Tenova está expandiendo la venta de sus módulos de reducción directa a nivel global, impulsada por la creciente demanda de soluciones sostenibles en la industria del acero, a medida que el sector intensifica sus esfuerzos por volverse más ecológico, incluso en China, el mayor productor de acero del mundo.
En la conferencia AISTech, celebrada a principios de este año en Columbus, Ohio, la tecnología de reducción directa captó una gran atención por parte de la industria del hierro y el acero. La asistencia a la presentación superó todas las expectativas, obligando a los organizadores del evento a trasladar la sesión a una sala más grande, tradicionalmente reservada para exposiciones sobre tecnología de altos hornos, donde la asistencia fue notablemente menor.
“Esto es una clara señal de los profundos cambios que está experimentando nuestra industria”, puntualiza Stefano Maggiolino, President & CEO de Tenova HYL. “La descarbonización y la sostenibilidad se han convertido en el centro de atención para el sector del acero”.
El resultado es que “el mercado de DRI está en pleno auge”, afirma.
No cabe duda de que estos cambios son trascendentales. Durante muchos años, el DRI (reducción directa de hierro) fue una alternativa principalmente para mercados con abundantes recursos de gas natural y limitada disponibilidad de chatarra, como el Medio Oriente, el norte de África y Venezuela.
El cambio empezó a acelerarse en la década de 2010, cuando los fabricantes de acero comenzaron a intensificar la búsqueda de soluciones para reducir sus emisiones de dióxido de carbono. Desde entonces, este impulso ha ganado cada vez más tracción, alineándose con la transición energética global hacia las emisiones netas cero.
Tanto Tenova como sus competidores han liderado esta transformación, posicionando el DRI como la única solución comprobada y confiable para descarbonizar la industria del acero, y han logrado convencer a los fabricantes de que el DRI es la mejor alternativa.
El mercado sigue evolucionando. Maggiolino identifica seis tendencias clave que están acelerando el avance hacia el DRI. La primera es la creación de centros de DRI en regiones con una importante disponibilidad de gas natural. Vulcan Green Steel, parte del grupo indio Jindal Steel, ha encargado un DRI adaptado para hidrógeno para su nueva planta en Omán, uno de los principales exportadores de gas del mundo. Entretanto, la planta Energiron de Tenova tendrá la capacidad de producir 2,5 millones de toneladas anuales de hierro briqueteado en caliente (HBI) y comenzará sus operaciones utilizando gas natural.
A medida que los suministros de hidrógeno se tornen más disponibles in situ, el porcentaje de hidrógeno en la mezcla se incrementará gradualmente. Por otro lado, el hidrógeno verde se genera mediante electrolizadores que usan electricidad proveniente de parques eólicos o solares para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno.
Según Maggiolino, se espera que Omán y la región de Asia Occidental y África del Norte se conviertan en un centro clave para la producción de DRI, gracias a sus abundantes suministros de gas de bajo costo y su enorme potencial para generar hidrógeno a partir de energía renovable.
La segunda tendencia se encuentra acelerada por las condiciones del mercado. Un claro ejemplo de este fenómeno es México, donde Ternium ha apostado por la tecnología de DRI a pesar del mayor costo del gas en la región. Esto sucede porque el uso de DRI permite producir acero de alta calidad a partir de productos metálicos vírgenes, alineándose con los objetivos de crecimiento de ventas de Ternium. Actualmente, la empresa está proyectando una nueva planta en México que utilizará 2,1 millones de toneladas de DRI al año, con la capacidad de operar a base de hidrógeno a medida que mejore la futura disponibilidad de este suministro.
La tercera tendencia es el avance del DRI entre fabricantes de acero tradicionalmente reacios al riesgo, como los japoneses. Aunque han sido líderes en el uso de altos hornos durante décadas, el cambio hacia el DRI, aunque más lento, ya está en marcha. Tenova ha cerrado un acuerdo para suministrar la primera planta de DRI de Japón, qué, si bien será de pequeña escala, también estará equipada al 100 % para operar con hidrógeno. Se espera que esta innovadora planta comience a funcionar en 2025, marcando un hito en la transformación de la industria siderúrgica japonesa.
La cuarta tendencia está impulsada por los pioneros del cambio, quienes están abandonando los altos hornos en favor de inversiones más sostenibles y rentables. Un ejemplo destacado es el Grupo Salzgitter, que está construyendo una planta DRI en Alemania con una capacidad de producción de 2,1 millones de toneladas anuales, diseñada para funcionar al 100 % con hidrógeno.
La quinta tendencia es el avance del DRI en China, responsable de más del 60 % de la producción mundial de acero, con aproximadamente 1.000 millones de toneladas al año, de las cuales el 90 % se fabrican en altos hornos. La empresa ha suministrado dos modelos de DRI a China, reflejando los esfuerzos por reducir la gran huella de carbono del país. Un ejemplo clave es Baosteel Zhanjiang Iron & Steel Co., que ha puesto en marcha una planta con una capacidad de 1 millón de toneladas al año, la instalación de DRI basada en hidrógeno más grande de China.
Esta es una oportunidad crucial para demostrar al propietario de la planta, Baowu Group, el mayor productor de acero del mundo, cómo aprovechar una amplia gama de fuentes de energía, desde gas de horno de coque hasta gas natural e hidrógeno. “Hemos podido confirmar la flexibilidad total que nuestra tecnología puede ofrecer al usuario”, afirma Maggiolino.
Esto es fundamental. Aunque el hidrógeno es el combustible del futuro, aún no está claro cuándo habrá suministros suficientes para alcanzar su uso al 100 %. Sin embargo, al tomar decisiones de inversión a largo plazo, que implican miles de millones de dólares en una instalación, “es esencial que estas plantas sean lo suficientemente flexibles para adaptarse a la transición energética a lo largo del tiempo”. Y es eso lo que Maggiolino destaca de los proyectos en China: su enfoque en la transición energética.
La sexta tendencia está liderada por los campeones ecológicos, como LKAB en Suecia, cuya planta está diseñada para operar exclusivamente con hidrógeno al 100 %. Esto tiene todo el sentido, ya que Suecia cuenta con un excedente de energía verde que le permite producir hidrógeno a bajo coste. “Si hoy en día se están diseñando proyectos que demandan enormes cantidades de hidrógeno, eso demuestra que el hidrógeno está más cerca de lo que pensamos”, vaticina el CEO, y agrega: “Debemos estar preparados”.
Con todas estas tendencias abriendo un nuevo horizonte, Maggiolino anticipa que la transición hacia el DRI ganará impulso en un entorno cada vez más competitivo, logrando una reducción significativa de las emisiones de carbono frente a los altos hornos tradicionales. Además, confía en que la tecnología Tenova HYL será la única capaz de capturar CO₂ en proporciones compatibles con las demandas de la industria, no solo disminuyendo aún más las emisiones, sino también abriendo nuevas oportunidades de ingresos, como la venta de CO₂ a fabricantes de bebidas carbonatadas.
“Cada vez más personas están tocando nuestra puerta”, comenta Maggiolino. “Cuando logras capturar CO₂ con una pureza del 99 %, eso se convierte en dinero. Deja de ser un problema y pasa a ser una oportunidad rentable”.