Tenova fue elegida como proveedora de tecnología para NeoSmelt, un consorcio integrado por BlueScope, BHP, Rio Tinto, Woodside y Mitsui Iron Ore Development, que está desarrollando una planta de reducción directa de hierro (DRI) flexible y lista para operar con hidrógeno.
Para Tenova, esta iniciativa va mucho más allá de una simple colaboración en investigación. Es, como señaló Stefano Maggiolino, presidente y CEO de Tenova HYL, “ante todo, un proyecto de mercado”. En conversación junto a Jorge Eugenio Martínez Miramontes, director comercial de Tenova HYL, explicó que la motivación que une a los socios del consorcio trasciende por completo la fase experimental.
“Para los grandes proveedores australianos de mineral de hierro —BHP y Rio Tinto— es clave demostrarle al mercado, especialmente al chino, que el mineral australiano puede usarse en un proceso de DRI acoplado a una fundición para obtener el mismo metal caliente que hoy se produce en los altos hornos con carbón”, destacó Maggiolino.
El proyecto marca un paso decisivo para adaptar los enormes recursos de hematita de Australia a las rutas de producción de acero con bajas emisiones de carbono, y refuerza el papel de liderazgo de Tenova dentro de la cartera de transición energética del Grupo Techint.
El proyecto piloto NeoSmelt cuenta con financiamiento de la Agencia Australiana de Energías Renovables (ARENA) para su fase de Diseño de Ingeniería Básica (FEED, por sus siglas en inglés) y con el respaldo del Gobierno de Australia Occidental. Pensada como la primera planta de DRI construida en Australia, tendrá una capacidad de unas 50.000 toneladas de hierro de reducción directa al año, que alimentarán un horno de fundición eléctrico (ESF por sus siglas en inglés) para producir entre 30.000 y 40.000 toneladas de hierro fundido anualmente. La fase FEED se extenderá hasta principios de 2026, con la Decisión Final de Inversión (FID, por sus siglas en inglés), una etapa clave en los proyectos energéticos, prevista para fines de ese mismo año, y el inicio de operaciones proyectado para 2028.
Para Tenova, el proyecto es una oportunidad clave para validar su tecnología ENERGIRON DRI —desarrollada junto con Danieli— en un nuevo entorno geológico e industrial. “Es un enorme motivo de orgullo para nosotros”, afirmó Maggiolino. “Junto con Brasil, Australia es el mayor productor de mineral de hierro del mundo. Que allí se esté llevando adelante, con nosotros, el primer proyecto real de reducción de costos con capacidad de operar con hidrógeno, es un logro muy significativo”.
En el corazón del proyecto piloto NeoSmelt se encuentra ENERGIRON, un proceso capaz de operar tanto con gas natural como con hidrógeno, sin necesidad de un reformador externo. La innovación está en su reactor de doble función, que realiza el reformado y la reducción cuando se usa gas natural, y solo la reducción cuando el insumo es hidrógeno puro.
“Nuestro proceso es totalmente flexible: puede pasar de gas natural a hidrógeno ajustando solo algunos parámetros del sistema”, señaló Maggiolino. “Desde la sala de control podés cambiar la mezcla de gas en un 10% por hora, lo que significa que en ocho horas podés pasar de cero a 80% de hidrógeno.”
Esa agilidad operativa les da a los productores de acero un puente realista para atravesar la transición energética. Martínez lo resume con lógica económica: “El hidrógeno todavía no tiene un costo competitivo para una producción de DRI rentable, pero el gas natural puede ser el combustible de transición. La planta está lista para usar hidrógeno cuando el cliente lo decida: eso implica una reducción inmediata de la huella de carbono y la posibilidad de una descarbonización más profunda más adelante.”
Al eliminar el reformador externo —un equipo costoso y que además limita la flexibilidad del combustible—, ENERGIRON reduce las inversiones necesarias y simplifica el mantenimiento. También facilita futuras adaptaciones, un punto clave ahora que el precio del hidrógeno tiende a bajar y el del carbono a subir.
El pedigrí de ENERGIRON habla por sí solo: el proceso HYL nació en Monterrey en 1957 y más tarde evolucionó junto a Danieli. Hoy existen decenas de módulos comerciales operando en todo el mundo. Desde 1998, las configuraciones Zero Reformer funcionan comercialmente en distintos mercados, con ciclos enriquecidos con hidrógeno activos en China y Medio Oriente.
NeoSmelt lleva este legado un paso más allá, al centrarse en los minerales de hematita y goethita de Pilbara, que tradicionalmente han sido un desafío para los procesos DRI, más adecuados para magnetitas de mayor calidad. El piloto busca demostrar que estos minerales australianos pueden generar DRI altamente metalizado y con un contenido elevado de carbono, apto para la producción de arrabio. Esto es clave para los mercados de Asia-Pacífico, que buscan descarbonizarse sin tener que hacer grandes inversiones en procesamiento. En definitiva, se trata de agregar valor al mineral: eliminar impurezas, obtener un concentrado metálico de mayor calidad y generar un flujo controlado de relaves.
“Producir DRI con alto contenido de carbono no es nada nuevo para nosotros —lo hacemos hace más de 25 años en Monterrey—”, afirmó Martínez. “Para NeoSmelt, lo fundamental era demostrar que podíamos combinar esa experiencia con la preparación para operar con hidrógeno. De hecho, el verdadero desafío no fue técnico: producir DRI con alto carbono es sencillo con la configuración Zero Reformer”.
El contrato actual de Tenova abarca la fase de ingeniería básica y está previsto que concluya entre febrero y marzo de 2026. “Con eso, estaremos listos para entregar toda la información requerida por NeoSmelt hacia marzo o abril, lo que nos permitirá alcanzar la decisión final de inversión o FID a fines de 2026”, indicó Martínez. “Después vendrá el contrato de suministro de todos los equipos para la planta de DRI: nuestro objetivo final como socio tecnológico de NeoSmelt.”
Más allá de la parte técnica, Tenova y el consorcio también están definiendo el marco de licencias y propiedad intelectual que acompañará el despliegue de la tecnología. “Tenemos un pie adentro, pero queremos estar completamente dentro”, comentó Maggiolino. “La firma de los acuerdos de suministro y licencia es el próximo gran paso, y esperamos concretarlo hacia el segundo trimestre del próximo año”.
La geografía industrial de Australia, con sus enormes reservas de mineral, su enorme potencial en energías renovables y su cercanía a los grandes mercados asiáticos, la convierte en el escenario ideal para poner a prueba las tecnologías de hierro verde.
Maggiolino lo resumió con claridad: “Australia exporta mineral a China, el mayor productor de acero del mundo, pero su propio potencial renovable sigue prácticamente sin aprovechar. Si logra posicionarse como un centro clave para el hidrógeno de bajo costo, demostrar la eficacia de nuestra tecnología allí podría marcar un nuevo estándar global.”
El proyecto encaja perfectamente con la visión del gobierno australiano de convertir al país en una superpotencia de energías renovables, aprovechando sus recursos solares y eólicos para producir hidrógeno tanto para consumo interno como para exportación. Un piloto exitoso de NeoSmelt podría ser el puntapié para desarrollar una industria local de hierro con bajas emisiones de carbono, creando una nueva cadena de valor que agregue procesamiento antes de la exportación y, al mismo tiempo, contribuya a reducir las emisiones globales.
Para el Grupo Techint, la elección de Tenova tiene un valor estratégico enorme. Representa la validación de años de inversión en la ruta DRI → ESF, un proceso capaz de producir el mismo arrabio que el camino tradicional de alto horno → horno de oxígeno básico (BF-BOF), pero con una huella de carbono mucho menor. El proyecto piloto NeoSmelt, que combina la tecnología ENERGIRON DRI con un horno de fundición eléctrico, demuestra de manera concreta una alternativa baja en carbono “compatible con Pilbara”. Es un concepto muy relevante para las operaciones integradas de acero y energía de Techint, y refuerza el mensaje más amplio del Grupo en torno a la descarbonización.
La tecnología preparada para el hidrógeno de Tenova ayuda a los clientes de las distintas empresas del Grupo a enfrentar los desafíos de marcos regulatorios como CSRD, GRI y ResponsibleSteel, posicionando a Techint como un proveedor de tecnologías de transición que pueden financiarse y aplicarse hoy. “No se trata solo del hidrógeno en sí, sino de la flexibilidad”, subrayó Maggiolino. “Nuestros clientes pueden operar ahora con gas natural, reducir significativamente su huella de carbono y pasarse al hidrógeno cuando esté disponible.” Eso hace que la inversión sea viable hoy, no en un futuro distante.
En términos de ciclo de vida, la ruta DRI+ESF alimentada con gas natural ya permite reducir las emisiones de CO₂ en un 40-50% frente a la producción tradicional en altos hornos. Si se utiliza hidrógeno verde, la reducción puede alcanzar hasta un 95%. Y, sumando la opción de captura de carbono —otra característica integrada del proceso ENERGIRON—, la producción de hierro con emisiones casi nulas deja de ser una posibilidad teórica para convertirse en una realidad tangible.