A la vanguardia

Una nueva acería para reducir aún más las emisiones de CO2

La acería de última generación de Ternium en Pesquería, México, forma parte del más reciente y ambicioso plan de inversión en su hoja de ruta de descarbonización. Su objetivo: la fabricación del acero con menor intensidad de carbono para la industria automotriz.

#10-Mayo 2024
El CEO de Ternium, Máximo Vedoya, y Pablo Bassi, Director Industrial y de Ingeniería, visitando las obras en la fábrica.

La más reciente iniciativa en la agenda de expansión de Ternium es la construcción de una nueva planta de 2,6 millones de toneladas de capacidad que producirá y exportará el acero de alta calidad que necesita la industria automotriz en EE.UU., de acuerdo a los requisitos de contenido de valor regional del T-MEC. La nueva planta utilizará gas natural −un combustible de transición− como agente reductor de mineral de hierro y estará equipada con hornos eléctricos que utilizan chatarra precalentada, sirviéndose de tecnología de vanguardia de captura, uso y almacenamiento de carbono en el DRI (Direct Reduction Iron) para proveer de CO2 a la Industria alimentaria (ej., bebidas carbonatadas). Ubicada en la localidad de Pesquería, México, la nueva acería promete ser un actor clave en la ambiciosa meta de la compañía para 2030: reducir en un 20% la intensidad de las emisiones de CO2.

Pablo Bassi, Chief Industrial & Engineering Officer (CIEO) de Ternium, explica que la estrategia de descarbonización de la compañía se desarrolla en tres vías paralelas: contempla el uso de fuentes de energía limpias, el uso de tecnología de punta en el proceso de fundición, y opciones para la captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS, por su sigla en inglés).

“Nuestra empresa lleva varios años trabajando en su plan de sostenibilidad y expansión regional a largo plazo. En este camino, la descarbonización ha ido ganando un protagonismo creciente en nuestra agenda corporativa. Hoy en día utilizamos el gas natural no sólo como fuente de combustible sino también como agente reductor. Este combustible, que es clave para la transición energética, es abundante y coloca a México en una posición muy ventajosa en el mapa de la descarbonización. Mirando más allá, hemos desarrollado la tecnología que nos permitirá cambiar al hidrógeno tan pronto como se encuentre más disponible. Esto es parte de nuestro compromiso de lograr un objetivo de energía limpia del 30 al 50% para alimentar nuestras instalaciones mexicanas, ya que nuestros clientes nos solicitan cada vez más demostrar cómo estamos contribuyendo a la descarbonización mediante el uso de electricidad limpia”.

Al mismo tiempo, la nueva instalación, que debería estar operativa a finales de 2026, incorpora varias tecnologías de vanguardia desarrolladas por el grupo que mejorarán significativamente las emisiones de CO2 y los esfuerzos de descarbonización de Ternium.

Según Bassi, existen tres rutas de producción de acero a nivel mundial:

  • Se realiza mediante Alto Horno donde la acería emite el subproducto de oxígeno (se supone que esta vía representa el 75% de la producción mundial).
  • Una ruta intermedia que contempla la fabricación de acero mediante DRI y hornos de arco eléctricos, que Ternium utiliza en México con tecnología de HYL.
  • Horno de arco eléctrico en el cual se funde la chatarra utilizando electricidad.

En cuanto al proceso productivo, Bassi explica que “a diferencia de muchas de nuestras instalaciones en Brasil y Argentina, donde la utilización de los Altos Hornos significa que la producción excede las 2,2 toneladas de CO2 por tonelada de acero, en México utilizamos la nueva tecnología Energiron desarrollada por Tenova, la rama de I+D del Grupo Techint. Se logra una importante reducción en la intensidad de las emisiones de entre 0,8 y 1,5 toneladas de CO2, según el sitio, en una planta DRI alimentada con gas natural y con un horno de arco eléctrico (EAF)”.

Esto contribuye significativamente a mitigar las emisiones de Alcance 1 y 2: “Por ejemplo –prosigue Bassi–, en nuestras instalaciones de Guerrero, en Monterrey, producimos 0,8 toneladas de CO2 por tonelada de acero. Además, mediante el uso de DRI, podemos reutilizar el carbono producido durante el proceso sin coste adicional, ya que se separa y captura en una chimenea. En este punto, tenemos varias opciones: lo podemos ventilar como emisiones, o comprimirlo y venderlo a la industria de bebidas carbonatadas, lo que hemos estado haciendo durante los últimos 25 años, o almacenarlo a gran profundidad. Esta es la opción más permanente de las tres. Hemos estado estudiando el potencial de esta solución con la Unidad de Transición Energética de Tecpetrol y a nivel técnico, hay muchas posibilidades viables, pero el principal escollo es el alto costo y la falta de regulación”.

El CIEO señala que cuando la nueva laminadora entre en funcionamiento a finales de 2026, pretende producir un acero con una muy baja intensidad de carbono, en el rango de 0,4-0,7 toneladas de CO2 e por tonelada de acero (teniendo en cuenta las emisiones de Alcance 1 y 2, en función de la participación de renovables en la mezcla energética, la proporción de desechos y la proporción de CO2 vendido o almacenado). Esto representa una contribución significativa al objetivo general de descarbonización de la empresa hasta 2030.

Sin embargo, “por el momento, esto sólo es posible mediante la vía de la chatarra y, en paralelo, el mundo está pidiendo acero de mayor calidad que emplea mineral de hierro”.

Sin embargo, Bassi afirma que vale la pena recordar que el hidrógeno y el almacenamiento del CO2 forman parte de la estrategia de descarbonización a largo plazo: “Como se trata de un área relativamente nueva, todavía estamos estudiando opciones, pero hay muchas posibilidades viables en cuanto a su uso y almacenamiento”.